/ Actualidad / Empresa / Foro Lehiberri / “Innovación no siempre es crear cosas nuevas; también mejorar lo que tienes”
En un sector tantas veces catalogado como tradicional, ¿cómo se consigue que podáis seguir ofreciendo experimentar nuevas experiencias?
En Casa Eceiza elaboramos repostería para disfrutar y el secreto está en no perder esa esencia. Más que industria, nos gusta definirnos como un gran obrador. Por eso, intentamos reproducir los procesos de una pastelería tradicional, utilizando recetas originales, pero fabricando lotes más grandes y siempre con un toque innovador.
¿Cómo se entienden tradición e innovación?
Como te comentaba anteriormente, nuestros procesos y nuestras recetas corresponden a la pastelería tradicional pero la automatización de esos procesos es imprescindible para poder dar respuesta a la gran demanda que tenemos. Esto nos da la posibilidad de acceder al mercado con un producto artesano y de calidad, pero a un precio competitivo. Para ello, es constante el trabajo en común de nuestro departamento de I+D y nuestro equipo técnico; es uno de nuestros pilares estratégicos.
¿Hasta qué grado es posible la aplicación de nuevas tecnologías dentro de esos procesos tradicionales?
La principal característica de nuestras recetas es que utilizamos materias primas nobles, sin conservantes, aditivos ni preparados industriales. Por eso, nuestras masas no siempre tienen el comportamiento deseado con la maquinaria estándar que hemos localizado en el mercado. En algunos casos hemos logrado algunas automatizaciones gracias a elementos que hemos ido desarrollando a nivel interno, y en otros, hemos ido adaptando las líneas estándar que hay en el mercado.
¿Se podría decir, entonces, que Casa Eceiza desarrolla su propia tecnología?
Más que desarrollar nuestra propia tecnología, lo que intentamos, a través del departamento de I+D y departamento técnico, es hacer que los procesos ya desarrollados o adaptados, sean más productivos; lograr mayor volumen de producto así como garantizar la ergonomía de nuestras trabajadoras.
¿Y qué tenéis en cuenta a la hora de innovar en producto?
Innovación no siempre es crear cosas nuevas, también es mejorar los productos que ya comercializamos. La innovación surge como consecuencia de una actitud de mejora continua, tanto de productos ya existentes como de procesos, introduciendo alguna pequeña variación en las recetas o simplemente mejorando el aspecto. Incluso la fabricabilidad. Buscamos mejorar la capacidad de producción y la reducción de costes sin perder la calidad de ingredientes y con un resultado muy atractivo. Diseñamos toda la cadena de valor, para conseguir un producto final de calidad a un precio competitivo; estamos atentos a las nuevas tendencias, a la competencia, analizamos incluso cómo se comportan nuestros productos. La línea de repostería congelada es una innovación en sí misma; porque podemos tener una tarta en el congelador en casa, descongelarla en cualquier momento y disfrutarla con la calidad y el sabor de una tarta recién hecha.
¿Por tanto, buscáis un equilibrio entre producto y tecnología, verdad?
Efectivamente, por eso es tan importante que el trabajo de I+D tanto de producto como de procesos, estén alineados. Muchas veces el I+D de producto va por una línea, pero al no ser fabricable de ese modo, hay que ir modificando los procesos. La innovación requiere esfuerzo, recursos, tiempo y sobre todo, constancia.
¿Cuántas referencias podemos llegar a contar en Casa Eceiza?S
omos multiproducto y multicanal, por lo que encontramos el mismo producto o gama en distintos formatos y canales. Podemos llegar a tener más de 150 referencias activas, categorizadas en tres líneas: seco (galletería, pastas, tejas y cigarrillos y turrones); congelados (repostería y tartas cuyo consumo no es en congelado); y helados.
Y todo bien categorizado por alérgenos.
Como no puede ser de otra forma, la legislación sanitaria es muy exigente con la industria alimentaria y en Casa Eceiza contamos con un departamento de calidad propio para cumplir con dicha legislación. También contamos con la certificación IFS, norma internacional de seguridad y calidad que proporciona transparencia y competitividad a lo largo de la cadena de suministro de nuestros productos.
¿Entre todas esas referencias, cuáles son las más demandadas?
Las Tejas y Cigarrillos son un clásico. En cuanto a repostería, es increíble la demanda de la torrija caramelizada, tanto aquí como a nivel nacional. El coulant de chocolate también se vende muchísimo. Y, este año, en concreto, hemos lanzado al mercado la tarta de queso donostiarra, con una gran aceptación.
El hecho de contar con tanta diversidad de productos, ¿supone más bien un peligro o es también una oportunidad?
Lo que en algunos momentos puede ser una debilidad, también puede convertirse en fortaleza. Esto es lo que nos ha ocurrido durante esta etapa de pandemia; con la hostelería cerrada durante mucho tiempo y la incertidumbre de aforos y horarios, nos vimos obligados a aparcar nuestros esfuerzos en este canal y centrar todos nuestros recursos en la tienda tradicional y en el canal de alimentación. Lógicamente, tener muchos productos y procesos nos obliga a invertir en equipos y en estructura, pero también nos permite abarcar otros mercados, que sin ellos no los podríamos abordar.
¿Cómo ha afectado la pandemia?
Ha habido distintas etapas; una vez superada la primera etapa un poco convulsa y al tomar consciencia de la nueva realidad, la situación fue mejorando. Al inicio se perdió productividad y se incrementaron los costes por implantar protocolos y nuevos espacios de trabajo. Pero, como he comentado anteriormente, al ser una empresa multicanal, nos adaptamos rápidamente y centramos los recursos en alimentación. Aunque la facturación final del año pasado disminuyó, lo ha hecho menos de lo previsto en un primer momento. Ahora nos encontramos con muchísimo trabajo y seguimos creciendo: en el canal de alimentación estamos trabajando muy bien, y poco a poco va remontando la hostelería. En este sentido, estoy orgullosa de la implicación y del esfuerzo de todo el equipo de Casa Eceiza.
Estamos aprendiendo mucho con el proyecto sobre Economía Circular. Hemos identificado algunas líneas de trabajo y estamos analizando su implantación. Por ejemplo, la producción de energía para el autoconsumo o el uso de embalajes más sostenibles.
Arantxa Okiñena, Casa Eceiza
Hablemos de la venta online. ¿Ha supuesto un hito la pandemia?
Es nuestra gran asignatura pendiente. Llevamos años en ello, y aunque sí hemos vendido algo más durante el confinamiento, el análisis es independiente de la pandemia. Casa Eceiza es una marca reconocida y valorada en Euskal Herria, donde la mayoría de nuestros clientes encuentran nuestros productos a 200 metros de su casa, en su tienda más próxima, por lo que no existe tanta necesidad de compra online. Además, solo vendemos la línea de seco, ya que el transporte no está preparado para entregas de productos congelados a domicilio, cuesta más la salsa que los caracoles.
¿Habéis detectado algún otro cambio en los hábitos de consumo?
Sí, aunque habrá que ver, conforme vayan pasando los meses y nos acerquemos a la normalidad, si son tendencias o si son cambios que han venido para quedarse. Lo que hemos visto es que ahora no faltan ocasiones especiales o celebraciones para disfrutar de nuestros productos. Hemos aprendido a identificar y valorar esos momentos en el hogar, sin que haya una celebración especial de por medio.
Has mencionado la cercanía de vuestros productos en Euskal Herria, pero es habitual verlos también por todo el estado.
Sí, tras una gran labor comercial y de comunicación tenemos muy buena implantación de nuestros productos en Euskal Herria. Contamos con un equipo de red propia que se creó de inicio, hace ya 26 años; se realizan rutas diarias de preventa y reparto, ampliando a zonas de Cantabria o incluso La Rioja. Esa labor ha sido continua. Y a nivel nacional, estamos dando pasos importantes y cada vez tenemos más presencia en la gran distribución, y contamos con distribuidores para el canal Horeca en todas las comunidades.
¿Cuánto de importante resulta el trabajo de marketing para lograr el reconocimiento de marca en tantos sitios?
Mucho. Tiene un coste importante y normalmente es un proceso lento. Invertir en marketing es ver resultados a medio o incluso largo plazo. Trabajamos la comunicación desde distintos ámbitos: la publicidad en medios tradicionales, web, redes sociales, packaging, en puntos de venta… De todos modos, ahora no solo pretendemos dar visibilidad al producto, sino también al proyecto, desde una perspectiva cercana y real. Lo que pretendemos es replicar en otras plazas lo que hemos conseguido a través de la red propia en Euskadi: ser los referentes del postre.
En 2019 desarrollasteis un proyecto piloto junto con Tolosaldea Garatzen para mejorar la experiencia en el trabajo. ¿Cómo es Casa Eceiza puertas adentro?
Ha sido una dinámica muy interesante. En ocasiones, desde el equipo directivo damos por hecho proyectos e informaciones que en realidad no se transmiten o no se perciben como nos gustaría. Tuvimos varias sesiones de trabajo, con grupos de trabajador@s de distintos departamentos, edades y antigüedades en la empresa, para ver cómo era su experiencia y así mejorar en comunicación interna y en desarrollo de los equipos. Queremos seguir regularmente con esta dinámica, porque el conocimiento está en los equipos, y hay que escucharlos, y aprender de ellos y con ellos. También llevamos años formándonos en la nueva cultura de empresa en Adegi. Estamos implantando un modelo de gestión compartida, trabajando con transparencia, confianza e implicación, y dando valor a todos los equipos.
Las mujeres aún hoy siguen siendo minoría en puestos directivos. No es el caso de Casa Eceiza. ¿Cómo es vuestra situación?
En Casa Eceiza siempre se ha apostado por el liderazgo inclusivo; en estos momentos rondamos los 90 trabajadores y trabajadoras, y el 60% somos mujeres. Concretamente en planta todas las líneas de producción están lideradas por mujeres, que además llevan muchos años en la empresa y han ido asumiendo esas responsabilidades paralelamente con el crecimiento de la empresa. También hemos impulsado la conciliación familiar, a través de flexibilidad de horarios, teletrabajo, cambios de turnos, etc.
Terminamos hablando de futuro. Actualmente estáis inmersos en otro proyecto con Tolosaldea Garatzen, sobre Economía Circular. ¿Qué es lo que buscáis?
Estamos aprendiendo mucho con este proyecto. En un primer diagnóstico hemos identificado varias áreas donde podemos empezar a trabajar desde ya, como la producción de energía para autoconsumo. También estamos buscando alternativas de envase y embalaje para reducir el uso del plástico, pero es una tarea complicada por el tema de conservación. Otro aspecto es la disminución de residuos que generamos o cómo darles otro uso. Sabemos que es un proceso lento, pero se trata de avanzar. Al pertenecer al grupo Agour, tenemos alguna ventaja, ya que en Iparralde nos llevan unos cuantos años de ventaja en estos ámbitos, con varios proyectos ya en curso. Como organización estamos obligados a aportar nuestro granito de arena para contribuir a una sociedad más justa y un entorno más sostenible.